domingo, 3 de julio de 2011

Dudas, incertidumbre, aflicción, explosión... rabia

Tantas dudas y tanto pesar. No, no me quiero quejar. ¡Joder! Es tan molesto de admitir. Parece ser que nunca somos tan fuertes como pensamos. Que cargamos con tantos daños acumulados, con corazones estropeados y lacrimales vaciados. Caminamos desastrados y al hombro llevamos una bolsa de sueños desechados. Nuestros ojos del presente miran desilusionados tanto al futuro como al pasado. Y nada de esto parece importarnos.

Pero ni aunque las cuentas marquen en negativo conseguirán tumbar mi espíritu. Que mirar atrás siempre fue de cobardes. Que del presente al futuro sólo hay un golpe. Que mis manos son capaces de atravesar cualquier muro. Que éste don es lo mejor que nunca he tenido. Que tantos que no me provocan problema alguno si con ellos consigo hacerme oír.

Aunque nunca fui de grandes metáforas, de todos esos adjetivos y sustantivos unidos en cánticos gongorinos. No importará que mis escritos no formen una melodía armoniosa, pues lo único importante será el mensaje. Mis palabras superarán cualquier percance  y llegarán a donde todos quisieron llegar.

Nunca mi corazón latió con tanta fuerza, nunca mis ojos brillaron con tanta intensidad, nunca mis dedos bailaron con tanta pasión. El fuego que crece en mi interior ilumina mi camino. ¡No al destino! Ya nunca seguiré ese camino preestablecido. Mis elecciones serán mías y de nadie más, mi vida será mía y por fin me pertenecerá. Ahora soy libre de golpear, pese a que me duelan los puños no voy a parar, aunque se me desgasten los nudillos no voy a cesar. Así mis golpes se escucharán en cualquier luga.

Porque ahora mi voz se oye a través del mundo. Porque quizá hoy parezca que todo esto sea un grito desesperado. Aunque mis ojos secos delaten mi tristeza, aunque mis temblorosos labios manifiesten mi inseguridad, aunque mi agitada respiración evidencie mi ansiedad y pese a que todo mi cuerpo parezca desfallecer por momentos. Mi espíritu nunca titubeará. Cada paso será más firme que el anterior. La fuerza de voluntad golpea de dentro hacia afuera guiándome al vacilar. Porque mañana mi voz se habrá convertido en un canto de victoria.

viernes, 1 de julio de 2011

¿Cara o cruz?

¿Cara o cruz, señora? Da igual, no se preocupe, la casa siempre gana. ¿Por qué? Porque por mucho que usted se empeñe la suerte nunca estuvo de su parte. A lo que usted llama azar, nosotros lo llamamos probabilidad. Y sepa que es probable que nunca tenga la más mínima oportunidad de ganar. ¿Por qué digo esto? Pues porque ustedes nunca se atreverán a protestar, es más, antes de terminar esta frase usted ya habrá vuelto a apostar. ¿Lo ve? Ha vuelto a perder. No piense que intentamos hacer trampas, sería ilógico, este juego lo creamos nosotros. El juego en si es una trampa, pero de ratones, y están todos atrapados. Quien entra en juego no vuelve a salir. No llore mujer, no es culpa suya, no tuvo elección, ninguno la tuvo. ¿En serio pensó que daríamos todo a cambio de nada? Ja ¿No leyó la letra pequeña? Vaya problema. ¡Vengan, vengan! ¡Este es el nuevo mundo, el de las oportunidades perdidas y la esperanza olvidada! ¡Acérquense y vean! ¡Es el Circo de los Sueños que nunca se cumplieron! ¡Tenemos a la niña que quiso ser de mayor bailarina! ¡El muchacho que soñaba con convertirse en un gran jugador de béisbol! ¡El padre que nunca consiguió ese ascenso! ¡La mujer que jamás pudo perder un kilo! ¿Les gusta este mundo? Rían y diviértanse. La función no ha hecho más que empezar.