lunes, 7 de noviembre de 2016

XVII

Así empieza,

En mi cabeza,
Un coro de voces,
al unísono, gritan.
"¡Estás solo!"

Es este peso,
El ahogo,
El pálpito,
Los años.

Lo noto caer, horrible.
La mera existencia, el ser,
Por no poder ser otra cosa.
La necedad en seguir adelante.

El grito apagándose en el cenicero,
Como pensamientos positivos.
Aquella sonrisa que regalaste,
Y luego quisiste recuperar.

Todas las mentiras,
En cada una de tus verdades.
El puñal del pecho,
Y ningún culpable.

Esta pasión sin hogar.
Un solo cepillo de dientes.
Comportamientos compulsivos.
El tic tac del reloj.

Despertarse a las tres,
A las cuatro,
A las cinco,
A las seis...

No dormir.
Hacerlo demasiado.
El frío en la pared.
El blanco del techo.

Conversaciones que nunca sucederán
Conversaciones en las que nunca sucedes.
Interrup[...]ciones.
No hablar.

El libro que nunca terminaste de leer.
Las lágrimas caer,
Sin saber muy bien por qué.
Siempre al amanecer.

Gente que ya no es,
Gente que no quiere que seas,
Gente que antes lo era todo.

El efecto de tus manos.
Todos mis sentidos atrofiados.
Sus manos, no son tus manos.

El latir de otro corazón.
Esa canción.
Parte de ti,
Más de lo que quisieras.

La ventana a oscuras.
Unos ojos que no me ven.
Todos los ojos que no me ven.
No estar.

Morir.
Vivir.
Todo.
Nada.

1 comentario:

  1. Siento no haber estado y olvidarte, pero cada vez que te leo, me llenas. Me llenas, en serio.
    No sé si alguna vez te dije que quería conocerte, pero ya lo sabes.
    Me acabo de dar cuenta de que, en parte, te eché de menos.
    PD: a mí no me despierta el tono determinado de las alarmas ni las canciones que más me gustan, ya que apago la alarma en el mismo momento en el que empieza a vibrar el móvil. xd

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