viernes, 1 de julio de 2016

VI

Todos los días tienen un final,
que no alcanzo a comprender.
Se apagan; cuando aún hay vida,
para, enseguida, volver.

No entiendo por qué los días son,
si aún no existo.
Quizá yo no importe,
más que lo que tardo en respirar,
más que el ruido, al llorar,
o el silencio, al gritar.

Lo mucho que odio un mundo,
que es incapaz de explicar,
por qué los días tienen un final,
cuando todo sigue igual,
cuando nada parece terminar.

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